Encontré algo fascinante:
"Como nos lo demuestra la historia de mil maneras, la verdad más bella no sirve de nada si no se ha convertido en la experiencia más íntima del individuo. Toda respuesta unívoca, 'Clara', permanece estancada en el cerebro y penetra sólo en casos muy raros hasta el corazón. No nos urge 'saber' la verdad, sino 'experimentarla'. La necesidad imperiosa no es poseer una concepción intelectual, sino encontrar la senda hacia la experiencia interna, no-racional y, quizás, inarticulable en palabras."
Carl G. Jung
Jung es un psicoanalista, y me encantó encontrar este texto de él porque ¿cómo alguien que probablemente no tuvo una experiencia con Jesús habla de él: La verdad más bella?
Aunque probablemente Jung no se refería a Jesús en este texto, me hizo pensar que ciertamente, si la verdad mas bella que es Jesús no se convierte en nuestra experiencia más íntima, no sirve de nada. Es necesario que esta verdad no solo llegue a nuestra mente sino que revolucione en nuestro corazón, que llegue a ser algo inarticulable en palabras...
Eso no significa que la verdad no sirve, al contrario, siempre será bella; pero significa que nosotros no hemos podido apreciar tal belleza. Quienes hemos conocido y experimentado esa verdad tan bella, somos responsables de que otros también escuchen, que pueda entrar como un conocimiento nuevo en su cerebro y que el Espíritu se encargue de transportarla hasta lo mas profundo de su corazón. Que podamos ser partícipes de que más casos raros se presenten a nuestro al rededor, casos en los que la verdad transforma vidas. Tal vez muchos hemos escuchado y entendido esa verdad, sin embargo eso no es lo más urgente, lo urgente es que la experimentemos, que día a día, cada micra de segundo estemos conectados con el Creador a través de la senda, del camino que es: Jesús.
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