21 de abril de 2012

Introspección

Fotografía por Vanessa Olachea

Es una flor, es de color guinda, 
formada por tres partes iguales que se unen por una delgada rama que va de cada pétalo hacia abajo.
Aunque es de color guinda, tiene distintas tonalidades y algunas partes llegan a ser anaranjadas.
Es frágil, liviana, delicada, suave, está un poco húmeda, tiene un olor agradable.
Es pequeña, tiene un poco de tierra por lo que podría parecer sucia.
Se ve arrugada, un poco gastada y vieja.


Fotografía por Vanessa Olachea

Yo soy una flor de color guinda
(sencillamente el guinda es un color que me gusta mucho y me caracteriza),
formada por tres partes iguales (espíritu, alma y cuerpo;
todas tienen el mismo grado de importancia aunque esta la exprese y viva distinta en cada área
que se unen por una delgada rama que va de cada pétalo hacia abajo
(hacia una base, hacia un camino).

Aunque soy de color guinda, tengo distintas tonalidades
y en algunas partes llego a ser anaranjada
(mis formas de ser en el mundo, responder, y contactarme con los otros).
Soy frágil, liviana, delicada, suave, estoy un poco húmeda, tengo un olor agradable (es literal).

Soy pequeña, tengo un poco de tierra, por lo que podría parecer sucia
(tal vez mis errores me hacen ver sucia ante otros,
más ante Sus ojos, me puedo ver cómo Él mira;
mis errores son parte de mi historia
y un reflejo de su gracia y misericordia
).

Me veo arrugada, un poco gastada y vieja
(y curiosamente cuando digo mi edad se asombran,
piensan de mí, por mi forma de hablar, que tengo más edad;
esto no me hace sentir anticuada, refleja pues,
la influencia tan positiva de amigos queridos y grandes.
En resumen: experiencia y ambiente estimulante
).


Clase de Introspección
6to. Semestre
Licenciatura en Psicología

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Estoy de acuerdísimo, lo expresé cuando te conocí y cuando compartimos charlas y experiencias. No eres vieja de edad, pero si experimentada (madura).
Te quiero Mel.

g dijo...

Que interesante entrada! Y la primera foto fabulosa :)